Otra noche ante esta hoja en blanco,
esperando a que lleguen las musas,
para ir poco a poco,
dándole vida a cada letra,
para que lleguen a ser un verso,
que vuelva a alimentar,
a unas pupilas hambrientas de amor.
Otra noche de susurros al oído,
de este corazón enamorado,
que ya no detiene su latir,
como un caballo desbocado,
corriendo libre hasta llegar a ti,
para entregarte un beso furtivo,
cada segundo de mi vida.
Otra noche surcando la ola,
en esta madrugada eterna,
que me separa de tu lado,
haciéndome náufrago de tus palabras,
y huérfano de tus besos,
otra noche a solas con mi alma,
hambriento de tu cuerpo,
y a kilómetros de tu mirada.
Otra noche mirando este reloj,
que sin prisas va marcando cada segundo,
con desidia, agónico y cansado,
al ritmo de un tic-tac tenebroso,
que va estirando los minutos,
haciendo infinitas las horas,
mientras se ríe de mí con sarcasmo.
Otra noche irónica,
que reta a mi corazón,
y pone en jaque a mi alma,
otra noche sin dormir a tu lado,
dejándome llevar por la madrugada,
otra noche de hojas en blanco,
viajando sin compañía por la cara oculta de la luna.
No hay comentarios:
Publicar un comentario