Decidí aquel día perderme,
Nunca tuve buena filosofía,
nunca quise morir por ti, junto a ti,
Si buscabas una marioneta,
Hace tiempo desistí.
No soy yo de resistir eternamente,
Ni aprendí a callar y a sonreír,
No tuve nunca vocación de trapecista,
Ni me enseñaron a decir a todo si,
Si alguna vez calle cuando no debía,
Fue por evitar discutir,
Con quien sé que jamás me entendería.
Y ahora pasarán las mañanas,
Y ahora pasarán las tardes,
Y las noches llegarán frías,
Y otra vez la soledad,
Volverá a saludarme en cualquier lugar,
Y volverá a ser solo mía.
Decidí dar el paso y proseguir,
Dejando atrás tu compañía,
Y volver a lo que un día fui,
Un vagabundo caminando por su vida,
Sin reproches y sin discutir,
Con la única filosofía de volver a ser feliz.
A veces las palabras,
Aunque mudas dicen mucho más,
Cuando las miradas se quedan frías,
Cuando alguien pretende encadenar,
Y si pensaste que yo no te merecía,
Ten en cuenta que yo pensé igual,
Que tú no me merecías.
Y ahora pasarán las mañanas,
Y ahora pasarán las tardes,
Y las noches llegarán frías,
Y otra vez la soledad,
Volverá a saludarme en cualquier lugar,
Y volverá a ser solo mía.
Y decidí volar,
No para huir,
Si no para encontrarme.
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