lunes, 15 de enero de 2024

HASTA MI ALMA

 


Cada día va la moza a la madre del agua,

con su pelo negro y el barreño de la ropa,

con la lavandera de madera y una sonrisa en la cara,

mientras yo la miro, ella me ignora y canta,

canciones que a mí me gustan,

canciones que me emocionan y me enamoran el alma.


Cada día va la moza a la madre del agua,

a lavar la ropa en el arroyo para llevarla limpia a casa,

mientras yo la miro atontado cayéndoseme la baba,

pues no ahí en el pueblo moza más buena y brava,

que la hija del señor Pedro, lista, espabila y guapa.


Cada día va la moza a la madre del agua,

andando con gracia y salero, con arte y elegancia,

y yo la sigo de cerca, de cerca hasta su casa,

y luego entra dentro y ya no sale hasta mañana,

que yo la esperaré en el puente, en el puente de la madre del agua.


Cada día va la moza a la madre del agua,

con su pelo negro y el barreño de la ropa,

con la lavandera de madera y una sonrisa en la cara,

mientras yo la miro, ella me ignora y canta,

canciones que a mí me gustan,

canciones que me emocionan y me enamoran el alma.


Cada día va la moza a la madre del agua,

y yo me siento en el puente hasta que ella acaba,

y la miro, y la miro, sin poder dejar de mirarla,

pues mi corazón tiene dueña, a ella la doy hasta mi alma,

yo voy a pedirle a su padre la mano,

para hacerla para siempre mi compañera,

para hacerla para siempre mi amada.

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