Otro año que se suicida lentamente,
susurrando sus pecados a mi oído,
otro año de oportunidades perdidas,
moribundo de estación a estación,
y que a la vuelta de la esquina,
se precipitará al vacío desde las agujas de un reloj.
Otro año de sueños rotos y canciones vacías,
de letras inconclusas y lobos desarmados,
otro año de sapos y princesas,
que ya no cabían en el mismo un cuento,
otro año que nos prometieron el cielo,
y a aquí estamos caminando por el infierno.
Otro año de mentiras mal contadas,
de venenos y colmillos en el congreso,
otro año del que a pesar de todo salimos ilesos,
de cornadas despiadadas e insomnio en las calles,
otro año para enmarcar, otro año moribundo,
que se muere lentamente en un portal.
Otro año de guerras sin sentido,
de crímenes machistas en las casas,
otro año de pederastas y confesionario,
otro año sin educación, ni respeto,
otro año que ahí gente muriendo en el estrecho,
mientras el tiempo corre sin sentido.
Otro año de Sabinas, Dígitos, Messi y Mafaldas,
de llorar a los que ya se fueron,
otro año que llega a Navidad,
haciéndome cada día más viejo,
otro año sin más, que se me ahogo en el tintero.
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