Me he empeñado en ser quien no soy,
en soñar con lo que no quiero,
cambiando rosas por espinas,
quise ser una vez bucanero,
y si hoy vienes a buscarme te digo,
que no pretendo llegar virgen al cementerio.
Me he empeñado en caminar cuesta arriba,
descalzo por caminos de piedra y espinas,
del saltar al vacío sin red, ni paracaídas,
tuve vocación de poeta, tuve vocación de suicida,
cuando las musas me echaban de su cama cada día.
Me he empeñado en ser quien no soy,
ahogando mis fantasmas en una botella,
caminando por la cuerda floja de la soledad,
escribiendo mi nombre en las aceras,
de esta maldita ciudad que me hace prisionero,
mientras me asesina la infame rutina.
Me he empeñado en ser quien no soy,
gritando otros nombres al viento,
mientras los años pasan atropellándose unos a otros,
y el tiempo cruel y despiadado llena de arrugas mi cuerpo,
sin darme tregua ni cancha aliado con el destino,
que una vez me declaro la guerra y desde entonces es mi enemigo.
Me he empeñado en ser quien no soy,
Aprendí a esconderme en el espejo,
para esconderme de ti, si de ti,
ese fulano con el que apenas hablo, al que ya no veo,
ese mismo que vive dentro de mí,
escondido como un cobarde dentro mi pellejo.
Me he empeñado en ser quien no soy,
en soñar con lo que no quiero,
cambiando rosas por espinas,
quise ser una vez bucanero,
y si hoy vienes a buscarme te digo,
que no pretendo llegar virgen al cementerio.
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