Y en medio de aquel lugar,
Algo inesperado sucedió,
Nada existía menos tú,
Llámalo casualidad o destino,
Llámalo si quieres magia,
O llámalo amor.
No te conocía,
Y el tiempo se paró en aquel segundo,
De repente la vida se hizo suspiro,
Y sentí que volaba sin alas hasta el cielo,
Mientras nuestras miradas se buscaban sin descanso,
Y sin condición me rendí a tu sonrisa.
No te conocía,
Y aquel primer hola sonó eterno,
Yo era un vagabundo siempre de paso,
Hasta que aquella tarde te conocí,
Y vi en tus ojos nuestra casa, nuestros futuros hijos,
Y entendí que había llegado a mi hogar.
No te conocía,
Y la vida me puso frente a ti,
Por siempre a tu lado, de la mano,
Yo siempre pensando en ti y tú siempre pensando en mí,
Y mi mundo se convirtió en tu mundo,
Y tu mundo se convirtió en mi mundo,
Y decidimos libremente compartir la eternidad.
No te conocía,
Y te soñé cada segundo, cada minuto, cada hora,
Hasta que te hiciste realidad.
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