Hoy emprendí el camino,
no temas, pues llegaré,
aunque sea hostil el destino,
nada para al corazón,
cuando dos almas se pertenecen.
Paso a paso,
en la soledad de la noche,
con las estrellas mirándome,
la luna me guiña un ojo cómplice,
y sé que donde estés tú también la miras,
y todo se hace más fácil, más real.
Hoy emprendí el camino de la eternidad,
en este recorrido por mi vida hacia el infinito,
mi pensamiento clavado en ti,
me salva de este cruce de camino,
y de este abismo que se llama vida.
Paso a paso,
el tiempo devora lo mundano,
y cómo el árbol caduco me desnudo ante ti,
y te entrego lo que soy sin reservas, ni miedo,
porque sé que donde tú estés, está mi casa,
porque sé que donde tú estés está mi mundo.
Hoy emprendí el camino,
no temas, pues llegaré,
aunque sea hostil el destino,
nada para al corazón,
cuando dos almas se pertenecen.