Nadie había encontrado nunca dos corazones,
Con la afinidad y la magia de aquellos,
Nadie había encontrado nunca dos corazones,
Viviendo en un mismo impulso y en solo latido,
Nadie había encontrado nunca tanta verdad,
Como la que se hace eterna al fundirse dos almas que se encuentran en el tiempo.
Nadie había volado tan alto en un segundo,
Salvo ellos al juntar cada día sus labios, al juntar cada día sus cuerpos.
El destino decidió que ambos cruzarán sus miradas,
Y la vida les llevó hasta la eternidad, juntos siempre juntos,
sin mirar atrás, sin reproches y sin miedo,
Agarrados de la mano hasta el último suspiro,
Por el camino que construyen las personas que se tienen respeto,
Mientras sus cabezas se llenaba de escarcha blanca,
Y la piel se les llenaba de arrugas, mientras ellos seguían mirándose con amor,
Y al final partieron juntos e hicieron de su historia inmortal un cuento de Hadas.
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