sábado, 2 de abril de 2022

DE LA MANO

 




No me dejes al borde del abismo,

pues me dan mucho miedo las alturas,

yo siempre he sido de andar el camino,

y de contemplar sin prisas la luna.


Regálame otra vez tu mirada,

y aguantame de nuevo el suspiro,

esa sonrisa que se dibuja en tu cara,

es todo lo que yo necesito,

para volar contigo hasta la nada,

para sentir contigo cada latido.


Déjame darte la mano,

camina despacio conmigo,

no tengas miedo de nada,

escribamos juntos nuestro destino,

y si llega el invierno y a los dos nos pilla con frio,

abrazate fuerte a mi cuerpo,

y ambos seremos refugio y abrigo.


Cuando alcance la escarcha,

y ya se vea el final del camino,

que la muerte nos encuentre bailando,

recordando y celebrando con emoción lo vivido,

que cada segundo sea único,

y cada beso sea infinito.


No me dejes al borde del abismo,

pues me dan mucho miedo las alturas,

yo siempre he sido de andar el camino,

y de contemplar sin prisas la luna.

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