EL CAMINO

 

Ven recorre conmigo el camino,
vamos por el sendero más difícil que solo es para valientes,
ese que está lleno de piedras y veneno de serpientes,
pero que termina en el paraíso al final de la corriente,
no tengas miedo de la noche lo peor es quedarse inerte.

Hoy he salido de mi mundo,
he alejado a mis fantasmas,
y he encerrado a todos mis miedos,
hoy me he decidido a vivir,
sin condiciones y sin hacer caso al tiempo.

Hoy quiero gritar al viento,
pondré alas a mis palabras para que vayan lejos,
y para que lleguen a todos los oídos,
y así se remueven las emociones y cobren vida  los latidos,
para que mueran las guerras,
para que hoy nos guiñe con el sol un ojo el cielo.

Hoy nos toca reír para no volver a llorar,
solo entiendo un camino y ese lleva a la paz,
vamos a fundir todas las cadenas,
démosle una oportunidad a la libertad,
sin tener cuenta al poder y si poner fechas en el calendario.

Ven recorre conmigo el camino,
vamos por el sendero más difícil que solo es para valientes,
ese que está lleno de piedras y veneno de serpientes,
pero que termina en el paraíso al final de la corriente,
no tengas miedo de la noche lo peor es quedarse inerte.

AVE FENIX

 

Cuando la suerte me deje,
cuando me invada el miedo,
cuando la vida me ataque,
cuando me vea en el suelo.

Cuando el corazón me duela,
cuando se duerma el verbo,
cuando mi alma llore,
y mi futuro sea negro.

Cuando no vea salidas,
cuando me arranquen mis sueños,
cuando me encadenen al ayer,
cuando las lágrimas me impidan ver lo bello.

Me levantaré con más fuerza,
avanzare de nuevo,
desplegare mis alas,
y alzaré mi vuelo.

LA CASA VIEJA

 

Paso cada día por la misma calle,
Y miro con nostalgia donde estaba la casa vieja,
La casa vieja donde vivieron mis padres,
Donde fui feliz siendo un niño,
Donde crecí y me hice adolescente.

Aún recuerdo hoy sus paredes de piedra,
La baranda de subida y la empinada escalera,
El balcón donde mi madre en verano con la regadera,
Nos duchaba porque no había otra manera.

Aquella casa que antes fue escuela,
Con sus techos bajos hechos de madera,
Con sus habitaciones grandes y oscuras,
Con su entrada y la cocina como recibidor,
Y como cuarto de baño el corral donde estaba la mula.

Aún recuerdo aquellas ventanas de paredes anchas,
El frío en invierno y el calor en verano,
El ruido de gente bañándose en la piscina,
ésa piscina que había en la parcela de al lado,
Y que estaba pegada a la casa.

Recuerdo el olor a leña quemada de mi vecina, la señora Nati,
Y recuerdo a su marido José cargando el coche,
El olor a pan recién hecho, perrunillas y roscas,
Recuerdo a mi amigo Miguel venir a buscarme,
Y los juegos con él y otros amigos sin prisas.

Recuerdo aquellas tardes con nostalgia,
Los días de escuela, de juegos, el huerto y las cabras,
En invierno los portales vacíos y la gente en sus casas
Y en verano la vida y la alegría en el río.

Paso cada día por la misma calle,
Y miro con nostalgia donde estaba la casa vieja,
La casa vieja donde vivieron mis padres,
Donde fui feliz siendo un niño,
Donde crecí y me hice adolescente.

DE LA MANO

 

No me dejes al borde del abismo,

pues me dan mucho miedo las alturas,

yo siempre he sido de andar el camino,

y de contemplar sin prisas la luna.

Regálame otra vez tu mirada,

y aguantame de nuevo el suspiro,

esa sonrisa que se dibuja en tu cara,

es todo lo que yo necesito,

para volar contigo hasta la nada,

para sentir contigo cada latido.

Déjame darte la mano,

camina despacio conmigo,

no tengas miedo de nada,

escribamos juntos nuestro destino,

y si llega el invierno y a los dos nos pilla con frio,

abrazate fuerte a mi cuerpo,

y ambos seremos refugio y abrigo.

Cuando alcance la escarcha,

y ya se vea el final del camino,

que la muerte nos encuentre bailando,

recordando y celebrando con emoción lo vivido,

que cada segundo sea único,

y cada beso sea infinito.

No me dejes al borde del abismo,

pues me dan mucho miedo las alturas,

yo siempre he sido de andar el camino,

y de contemplar sin prisas la luna.