HOY SE ME HA ESCAPADO UN VERSO

 

Hoy se me ha escapado un verso,
jugaba con las flores del jardín,
entre risas, sollozos y silencios,
fue caminando hacia la nada,
fue moldeando sus sueños,
mientras pasaba con prisa la mañana.

Hoy se me ha escapado un verso,
lo sentí a la hora de comer y desde entonces no lo siento,
no sé si se echó la siesta o se quedó en el tintero,
flotaba antes por la habitación,
esperando que alguien lo atrapara,
esperando ser poema, esperando ser canción o esperando bolero.

Hoy se me ha escapado un verso,
mientras la tarde la pasaba sentado en el sofá,
mientras por la cristalera de la terraza miraba al cielo,
la tarde languidecía en el horizonte lejano,
y en el infinito prisionero se encadenaba luces y sombras,
haciendo otra tarde más, abstracto al sol.

Hoy se me ha escapado un verso,
se fue esta noche sin decir nada,
mientras la luna adornaba el cielo,
y en esta noche serena y estrellada,
cerré los ojos un momento,
y sin darme cuenta saltó por la ventana.

Hoy se me ha escapado un verso,
ese que guardaba para ti desde niño,
ese del amor que hablan los jóvenes y viejos,
hoy se me ha escapado un verso,
se fue con las musas al infinito,
quiso ser para siempre eterno.

OLIVOS

 

Verde y blanco,

Verde y verde,

Verde y rojo,

Así quiero verte,

En oro tu fruto,

Eterno por siempre.

Verde y blanco,

Verde y verde,

Verde y rojo,

Futuro y presente,

Adornando los campos,

Dando sombra a tus gentes.

Verde y blanco,

Verde y verde,

Verde y rojo,

De vida perenne,

Escribiendo en el tiempo,

Evadiendo a la muerte.

Verde y blanco,

Verde y verde,

Verde y rojo,

Capricho de dioses,

Mares de antojos,

Tormento de ricos, tesoro de pobres.

Verde y blanco,

Verde y verde,

Verde y rojo,

Anudado tu figura,

Dando forma a los sueños.

Verde y blanco

Verde y verde,

Verde y rojo,

Así te quiero olivo,

Así te quieren todos.

JUNTOS

 

Si alguna vez te preguntan por mí,
diles que partí hacia el horizonte,
persiguiendo una estrella para ti,
y que en cada amanecer el cielo,
ese tan azul te habla de mí.

Si alguna vez te sientes sola en la noche,
mira a una estrella y recuerda que yo estoy ahí,
mirando a la misma estrella al otro lado del mar,
esperando que algún día la vida nos dé la oportunidad,
de vivir lo que en esta vida dejamos a medias.

Si alguna vez te sientes abatida,
escucha atentamente al viento,
porque a través de él te susurraré al oído,
la canción que nos hizo ser eternos,
cuando la escuchamos por primera vez abrazados.

Atrévete a soñar,
todo está más cerca de lo que crees,
te esperaré al otro lado de la vida,
donde los sueños esperan a los valientes,
que fueron capaces de amar y morir juntos.

Si alguna vez te preguntan por mí,
diles que partí hacia el horizonte,
persiguiendo una estrella para ti,
y que en cada amanecer el cielo,
ese tan azul te habla de mí.

FLAMENCO

 

Del alma nace el cante,
ese que resbala como el terciopelo,
jugando con la garganta,
haciendo más osado el deseo,
que va dejando sus lágrimas,
mientras carraspea y llora una guitarra.

Del alma nace el cante,
brotando desde los adentros,
el corazón se hace grande,
se hincha de emociones el pecho,
mientras las emociones laten,
y el arte taconea el suelo.

Del alma nace el cante,
llámalo duende, herencia o sangre,
va dejando su perfume en el aire,
con notas de colores,
mientras alguien al compás,
con las palmas, hace acordes.

Del alma nace el cante,
que va enamorando al aire,
posándose en los oídos curiosos,
del que se entrega sin condiciones,
embrujando a la vista,
dando vida a la muerte,
dando muerte a la vida.

Del alma nace el cante,
con desgarradoras y tristes canciones,
lágrimas acompasadas engalanadas de flores,
que como pétalos de rosas embellecen los rincones,
mientras una voz se rompe,
para hacer pequeño a los dioses.

Del alma nace el cante,
ese que resbala como el terciopelo,
jugando con la garganta,
haciendo más osado el deseo,
que va dejando sus lágrimas,
mientras carraspea y llora una guitarra.

RENACER

En blanco dejar la mente en blanco,
Sin cargas pesadas, sin pasado,
Empezando de cero, sin prisas pero con sueños,
De cuerpo presente, de presente cuerpo,
Escribiendo tu historia despacio pero sin miedo.

En blanco dejar la mente en blanco,
Reiniciando desde cero las horas,
Sin condiciones, sin remordimiento,
Como un recién nacido descubriendo un mundo nuevo,
Dejando atrás el camino, empezando otro sendero,
Más allá de la vida donde todo se hace silencio.

En blanco dejar la mente en blanco,
Justo en este lugar, justo en este momento,
Que el destino juegue sus cartas, que el descanso sea eterno,
Que las manos queden quietas, que se cubra de escarcha el pelo,
Y que al mirar hacia detrás ya no quede recuerdo.

En blanco dejar la mente en blanco,
Desde el preciso momento,
En qué tu cuerpo se haga ceniza,
En qué te acuestes en el lecho,
Mientras el viento barre lo que fuiste,
Y hoy solo seas para otros recuerdos.

En blanco dejar la mente en blanco,
Sin cargas pesadas, sin pasado,
Empezando de cero, sin prisas pero con sueños,
De cuerpo presente, de presente cuerpo,
Escribiendo tu historia despacio pero sin miedo.

INQUIETA VÍVE LA CABEZA

Inquieta vive la cabeza que porta la corona,
Siente su peso cada segundo,
No le niegues a tu sangre lo que eres,
Solamente eres un hombre que nació como yo,
Pero a ti te sonrió sin pedirlo la suerte.

Inquieta vive la cabeza que porta la corona,
El orgullo solo es la vanidad que te mueve,
No te debo pleitesía ni pienso arrodillarme,
A mis ojos aunque te llamen Rey solo eres un hombre,
Un hombre que nació igual que yo, de una mujer.

Nada tengo que envidiarte,
Al final te llevarás lo mismo que yo,
Con la diferencia de que yo habré sido libre,
Y tú solamente habrás sido rico,
Pero allá donde iremos tú serás como yo, solo polvo,
Y solo serás una historia que contar por los viejos.

Nada tiene de especial tu presencia,
Nada tiene de especial tu sangre roja como la mía,
Nada te diferencia de mí, salvo un apellido,
Ese apellido que llevas con orgullo y que está manchado de miseria,
Esa miseria de aquellos que se creen superiores.

Inquieta vive la cabeza que porta la corona,
Siente su peso cada segundo,
No le niegues a tu sangre lo que eres,
Solamente eres un hombre que nació como yo,
Pero a ti te sonrió sin pedirlo la suerte.