Mi cielo está debajo de mis pies,
junto a la tierra que hace el camino,
paso a paso voy dejando mi ayer,
como un día hizo el peregrino,
camino de mi pueblo ya en mi vejez,
para encontrarme en mi casa, para volver a ser niño.
Mi cielo está debajo de mis pies,
junto a la tierra que hace el camino,
entre cerezos, brezos, lavanda y olivos,
en lo sublime de la soledad y la sencillez,
en el corazón bondadoso de cada vecino,
en las manos curtidas del que se dejó la piel,
y en los recuerdos que deja el tiempo.
Mi cielo está debajo de mis pies,
junto a la tierra que hace el camino,
como la escarcha que adorna mi sien,
como la palabra de un buen amigo,
como las arrugas que marcan mi piel,
sonriéndole por siempre al destino.
Mi cielo está debajo de mis pies,
junto a la tierra que hace el camino,
polvo soy y polvo a de ser,
cuando la muerte me lleve consigo,
que me venga a recoger donde un buen día he nacido,
mi cielo está debajo de mis pies,
junto a la tierra que hace el camino.
Mi cielo está debajo de mis pies,
Junto a la tierra que hace el camino,
Paso a paso voy dejando mi ayer,
como un día hizo el peregrino,
camino de mi pueblo ya en mi vejez,
Para encontrarme en mi casa, para volver a ser niño.
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