Escúchame,
no sirve de nada lamentarse,
la noche llega tan oscura como la tarde,
y ya nada tiene sentido, nada es real,
todo se desvanece, ya nada existe.
Levántate de ese rincón,
no dejes que la vida te arrincone,
mira hacia la puerta sin miedo,
aunque sabes que si la cruzas,
solo encontraras un precipicio,
solo encontraras la nada.
Nada es diferente ahora,
ya no quedan sonrisas,
los días son todos iguales,
una repetición tras otra de las sobras,
que desde hace tiempo arañan tu piel,
y van violando sin permiso tus días.
El tiempo es una quimera,
apenas tienen sentidos los segundos,
ya nada cuenta, nada importa,
la presión es tan insoportable, tan dolorosa,
no hay salida, sufrir o morir,
ya nada te ata a esta realidad.
Hace tiempo perdiste la noción,
la luz fue apagándose en el alma,
no hay futuro en tu hoy,
no hay futuro en tu mañana,
y de aquel pasado solamente quedan tinieblas.
No tengas miedo salta al vacío,
yo acompaño tu vuelo,
te juro que será el último,
te juro que después de eso,
ya no sentirás más dolor.
Mírate en el espejo,
hay estoy justo al otro lado,
mirándote como tú a mí.
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