No sé en que momento perdí el horizonte,
como ayer aquí estoy hoy divagando,
quisiera cambiar mi presente,
quisiera cambiar mi pasado,
pero ya no está en mis manos.
Como siempre,
elegí el camino más largo,
y a lomos de un caballo blanco que me devora,
voy galopando hacia lo eterno,
y ya las palabras no sirven de nada.
Aunque siempre he preferido aprender por las malas,
me hubiese gustado tener más paz,
y que la vida me hubiese dado más cancha,
y en este proceso de nacer y morir,
lo más bonito ha sido sentir amor y libertad.
Hoy he decidido elegir,
y aunque el cuerpo me pide terminar,
he elegido luchar y vivir,
y aunque sé que una bala lleva grabado mi nombre,
he decidido tomar el camino más largo.
Mírame como tantos otros,
aquí estoy al principio de un nuevo principio,
empezando a recorrer el camino más largo,
que al final siempre será mi meta,
esa meta que me lleva hasta el corazón.
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