Otra noche más que el destino juega conmigo,
empieza su partida tirando los dados,
es él, el que mueve los hilos,
y lee las cartas que me tocaron en el tarot,
mientras se ríe de mí a carcajadas.
Quiero salir de aquí,
pero la noche oscura no me deja,
siento que algo malo me espera en el jardín,
en esta noche sin luna, sin estrellas,
en esta extraña y diferente primavera.
Hace tiempo que hice la maleta,
para dar el paso y partir,
pero ya paso otro año más,
y otra vez llego sin quererlo abril,
dejando claro que nada detiene al tiempo.
Yo no sé cuando perdí la costumbre de sonreír,
no sé cuando empece a esconderme de la vida,
yo no sé cuando perdí el amor por mí,
y decidí que la soledad ocupara mis días,
yo no sé cuando me perdí en tanta tarde sombría.
La tristeza me ha puesto contra la pared,
en un acto obsceno de valentía,
dejando a mi corazón cobarde,
entre la luz y la oscuridad,
llorando en un rincón cada noche,
llorando en un rincón cada día.
Hay tantas cuentas por saldar,
que decidí empeñar mi alma,
y jugármelo todo al juego del amor,
pero perdí a pesar de que quería volver a la vida,
y que esta vez saliera bien.
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