Búscame en los infinitos,
donde las montañas besan el cielo,
donde el agua es pura y cristalina,
donde el campo se llenan de color,
y las calles y los tejados se hacen de piedra.
Búscame en las escarchas del invierno,
en el olor a leña quemada y pan recién hecho,
en los tiempos encontrados de muchas culturas,
entre los castaños cobrizos y los chopos amarillos,
o debajo de un olivo o un cerezo.
Búscame donde el paisaje enamora a la vista,
en la tranquilidad de pueblos bellos y tranquilos,
donde el sosiego y la noche estrellada invitan a charlar,
al rededor de la lumbre o un brasero,
y en donde la amistad se viste siempre de abrazos y sonrisas.
Búscame donde se mezcla el olor del romero, lavanda y la hierba buena,
donde la noche es estrellada y serena,
donde el caminante encuentra la paz para su alma,
donde el destino reta cada día al intrépido,
y donde el silencio llena las mañanas.
Búscame en el intervalo eterno de un segundo,
en las canciones populares de antaño,
escuchando atontado la historia que cuenta un viejo en los portales,
recopilando de la nada dichos Hurdanos,
o en el camino de cortijos y lagares.
Búscame perdido en la corriente,
sentado en la orilla de un río que dibuja sus lineas curvas,
comiendo platos típicos en cualquier restaurante,
en compañía de buenos y queridos amigos,
o simplemente sentado en un banco en cualquier calle.
Búscame en el principio y final de los días,
donde los cerezos se visten de Flores,
Donde los olivos se llenan de espigas,
Donde el campo tiende una alfombra colores,
Dónde vuelan y crían las cigüeñas y las golondrinas.
Búscame donde los canchales grandes,
en los muros de piedra donde se refugian los pastores,
donde pastan las cabras en los montes,
en los atajos, regatos, huertos o en los corrales.
Búscame en la mirada limpia de un niño,
donde la bondad hace grande a los hombres,
donde las mujeres son hermosas y sabías,
donde se llenan de macetas los balcones.
Búscame en los infinitos,
búscame al norte de Extremadura,
búscame sin prisas y con pausa,
búscame por siempre al norte de Cáceres,
en la linea que la divide de Salamanca,
búscame eterno en la mancomunidad Hurdana.