Cuántas veces nos hemos buscado sin encontrarnos,
cuántas noches nos hemos perseguido en los sueños,
cuantos mares infinitos hemos navegado en soledad,
Y en esa soledad que nos perseguía en lo vivido,
cuántas veces hemos renunciado a la libertad.
Cuántos pecados hemos cometido,
cuántas veces hemos herido y nos han herido,
cuántas lágrimas hemos derramado,
cuánto tiempo hemos perdido,
tú buscándome en el infinito,
y yo buscándote en el vació.
Cuántas estrellas hemos contado,
cuantos deseos hemos cumplido,
cuántas montañas hemos escalado,
cuántas veces nos hemos mandado al olvido,
cuántas sábanas frías sin pasión y sin sentido,
fueron congelando tu alma, fueron llenando mi hastío.
Cuantas noches en vela,
cuantos años perdidos,
contemplando la misma luna,
recorriendo los mismos caminos,
tú escuchando mis historias,
yo perdido en los sentidos.
Cuantos amores hemos pasado,
cuántas mariposas cayeron en el olvido,
cuántas tardes de primavera, cuantos veranos furtivos,
cuántas tardes de otoño, cuantos inviernos fríos,
cuantas mentiras casi perfectas, cuantas piedras en el camino.
Y míranos aquí ahora, tu a mi lado,
yo durmiendo en tu ombligo,
casi al principio de nuestros días,
contándonos los recuerdos, riéndonos del destino,
fundidos en un solo cuerpo, fundidos en un solo latido,
hasta el final de nuestros días, en este amor eterno.
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