martes, 30 de junio de 2020

TE EXTRAÑO ( A mi abuela Francisca)



Hoy construí un reino con mis manos,
Un reino por ti, un reino para ti,
Y aquí en mis sueños donde muero,
Recordándote en cada noche sin fin,
En cada día sin fin que me toca vivir.

Te extraño,
Te extraño como jamás extrañe a nadie,
En cada segundo que marca el maldito reloj,
Terriblemente en mis silencios y mi presente,
En otoño, en invierno, en primavera y en verano,
En los caminos que recorren las Hurdes,
Y en el café con lecciones y consejos.

Te extraño,
En cada gesto, en cada beso y en cada abrazo,
Tus palabras sabias y tus dichos de antaño,
Tus sonrisa de felicidad al verme llegar del colegio,
El amor y la ternura que siempre sentía a tu lado,
Y en las lecciones de vida que me fuiste enseñando.

Te extraño
En la mirada de esos ojos que me llevaban al cielo,
En el aire que acaricia suavemente mi pelo,
Haciéndome recordar como lo hacían tus manos,
En el olor a tierra mojada después de la lluvia,
En el incesante baile y canto del fuego,
Y en la felicidad que desprendía tu presencia.

Te extraño
Y te extraña cada día mi corazón,
Te extraño
En el gran vacío que dejaste en mi alma,
Te extraño
En cada canción que escuche a tu lado,
Te extraño abuela en cada segundo que ha pasado sin ti.

viernes, 19 de junio de 2020

SILENCIO, ATRONADOR SILENCIO





Silencio, se hizo el silencio,
Las palabras callaron y huyó el verbo,
Murieron para siempre los tiempos,
Y todo quedó en silencio,
Atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
Gritando sus mudos recuerdos,
Entre las paredes ocres y desecho el lecho,
Las sábanas frías y frío el fuego,
Silencio, atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
En miles de fotos en color y en blanco y negro,
En el corazón y el alma del joven y el viejo,
En las calles y las plazas del antiguo pueblo,
Silencio, atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
Las calles se llenaron de espinos,
Las casas derruida casi todas sin techo,
Los huertos abandonados llenos de zarzales, jaras y brezos,
Silencio, atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
Las piedras amontonadas inmóviles azotadas por el viento,
El antiguo molino que sucumbió a las crecidas del río en invierno,
Y las plazas que antaño tenían vida, hoy sólo son un desierto,
Silencio, atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
Las palabras callaron y huyó el verbo,
Murieron para siempre los tiempos,
Y todo quedó en silencio,
Atronador y solitario silencio.

Silencio, se hizo el silencio,
Y volvió el aullido del lobo,
Y volvió a graznar de nuevo el cuervo,
Y la noche se hizo oscura, y volvió el arroyó a su lecho.
Y jamás volvió haber en aquel paraje palabras,
Y jamás volvió haber silencio.

lunes, 15 de junio de 2020

TIEMPO



Vivo colgado de las agujas de un reloj,
en el instante que separa un segundo de otro,
en medio de un sueño que jamás termina de soñar,
con una mañana llena de sol y miles de colores nuevos,
que evocan a otra preciosa e irresistible primavera.

Vivo en un constante balanceo hacia adelante,
en el intervalo infinito que dura una décima,
en el sabor que deja tras de sí un beso que se pierde,
buscando la palabra perfecta que alcance tu alma,
resbalando cálidamente y poco a poco por tu oído.

Vivo cada noche abrazado a una estrella,
que guía mi camino hacia la mañana,
en un salto mortal con el destino a ninguna parte,
escribiendo sin prisas pero sin pausa una historia,
que dé sentido a tantos años perdidos de repente.

Vivo al lado del hoy esperando el momento preciso,
en que las agujas detengan su tictac interminable,
y en un último esfuerzo, y en el último suspiro,
quiero dejar mi legado eterno e inquebrantable,
en un último poema que describa que tan solo fui tiempo.

Vivo colgado de las agujas de un reloj,
en el instante que separa un segundo de otro,
en medio de un sueño que jamás termina de soñar,
con una mañana llena de sol y miles de colores nuevos,
que evocan a otra preciosa e irresistible primavera.

domingo, 7 de junio de 2020

SENDERO TENEBROSO



Si vives lo suficientemente encontrarás sitios embrujados,
Hoy camino con mis fantasmas por senderos tenebrosos,
Y pende de un hilo la cordura que pasea por mi mente,
En dirección opuesta al lugar que soñé cuando aun era niño.

Un palpito golpea mi pecho con fuerza descontrolada,
Con mis pies descalzos mantengo el equilibrio,
La alambrada con espinas se clavan en mi piel y sangra,
La sangre brota sin que pueda parar de andar hacia el infinito,
Mientras las nubes lloran lavando las lágrimas de las almas perdidas.

Osado y tenebroso es el destino que aguarda,
Escondido en una esquina con su amiga la muerte,
Para pesar los pecados del moribundo en una balanza,
Más allá, donde de nada sirven las leyes de los hombres,
Ni las religiones mundanas que intentan convencer al incauto.

Esta noche fría y oscura que llega enseñando sus garras,
Suenan gritos beatos y otros herejes intentando limpiar su consciencia,
El aire trae un olor fétido y sonidos de muerte,
Dando pie a una madrugada terrible que nace huérfana,
Y los que quedan en el fondo aliviados sonríen,
Pues otro día que nace y aún siguen vivos.

Cruel reloj imparable que mueves tus agujas,
Y como espada de Damocles ejecutas sin compasión nuestro tiempo,
Asesinando segundo a segundo nuestra esperanza,
Desbastada como cordero en el matadero de los sueños,
Por los cuatro jinetes del apocalipsis venidero que han de barrer la tierra.

Hoy camino por este sendero tenebroso,
Que siega con su guadaña afilada la vida de tantos inocentes.

sábado, 6 de junio de 2020

LIBRE




Me liberado de las hoscas cadenas,
Que tenían preso mi pensamiento,
Me quite la mordaza que me negaba mi palabra,
Extendí mis alas y remonte el vuelo,
Hacia mi ansiada e idolatrada libertad.

Hoy enebro el verbo y ensarto la pluma,
Con ganas de contar mi historia, miles de historias,
Llenas de amor, amistad, pasión y locura,
En un salto hacia adelante, hacia el futuro.

Me sumerjo en lo más profundo de mi ser,
Para recorrer despacio y sin prisas mi pasado,
Intentando ordenar todos los recuerdos felices,
Todos los recuerdos duros y amargos,
Que me han llevado a ser la persona que soy hoy.

No culpo a nadie por lo sucedido en mi vida,
Aprendí gracias a los golpes a levantarme,
Y hoy ya nada cargo, nada me tortura,
Ya no tengo ganas ni tiempo para lamentarme,
Y si hice o me hicieron daño, ya aprendí a perdonar,
Ya aprendí con los años a perdonarme.

Nada exijo, nada espero,
Pues la vida a penas es un suspiro,
Como para vivirla de mal trago en mal trago,
Ni pretendo vivir luchando cada día en el barro,
Para amontonar bienes inservibles y mundanos,
Pues sin nada vine y sin nada he de marcharme..

Me liberado de las hoscas cadenas,
Que tenían preso mi pensamiento,
Me quite la mordaza que me negaba mi palabra,
Extendí mis alas y remonte el vuelo,
Hacia mi ansiada e idolatrada libertad.