Mírame, aquí estoy,
Como tu persiguiendo sombras,
Consumiendo el tiempo, aceptando el reto,
Endureciendo la piel y levantándome del suelo.
Como tu persiguiendo sombras,
Consumiendo el tiempo, aceptando el reto,
Endureciendo la piel y levantándome del suelo.
Mírame, aquí estoy,
En esta lucha suicida,
Que apenas da tregua y te deja sin aire,
Buscando como tu una explicación, una salida,
Un resquicio de esperanza por donde colarme,
Y que de sentido al adiós de tantas vidas.
En esta lucha suicida,
Que apenas da tregua y te deja sin aire,
Buscando como tu una explicación, una salida,
Un resquicio de esperanza por donde colarme,
Y que de sentido al adiós de tantas vidas.
Tengo los temores llenos de temores,
Y las emociones sin nada que ofrecer,
Tengo más miedo del que supones,
Con mi hoy rezando cada día a mi ayer,
Tengo la risa en agonía y el sentimiento a flor de la piel.
Y las emociones sin nada que ofrecer,
Tengo más miedo del que supones,
Con mi hoy rezando cada día a mi ayer,
Tengo la risa en agonía y el sentimiento a flor de la piel.
Tengo unos meses perdidos,
Entre hojas de calendarios viejos,
Un reloj que se niega a marcar las horas,
Unas fotos antiguas en blanco y negro,
Y una casa que espera para la eternidad de mi alma.
Entre hojas de calendarios viejos,
Un reloj que se niega a marcar las horas,
Unas fotos antiguas en blanco y negro,
Y una casa que espera para la eternidad de mi alma.
Tengo la sensaciones llenas de incógnitas,
Los momentos sin piel y en carne viva,
Las noches llenas de feroces pesadillas,
Y las mañanas llenas de números y despedidas.
Los momentos sin piel y en carne viva,
Las noches llenas de feroces pesadillas,
Y las mañanas llenas de números y despedidas.
Tengo mis manos llenas de dudas,
Las tardes se hacen sombrías e interminables,
Con una campana repicando con dureza,
Cantando al viento su triste canción de duelo,
Mientras la soledad recorre las calles sembrándolas de heridas.
Las tardes se hacen sombrías e interminables,
Con una campana repicando con dureza,
Cantando al viento su triste canción de duelo,
Mientras la soledad recorre las calles sembrándolas de heridas.
Tengo un momento desesperado,
Que ahoga un grito desgarrador en mi garganta,
Miles de lágrimas que envenenan mi corazón,
Y una puerta cerrada que me niega mi hoy, mi mañana,
Silenciando cada tarde los aplauso en el balcón.
Que ahoga un grito desgarrador en mi garganta,
Miles de lágrimas que envenenan mi corazón,
Y una puerta cerrada que me niega mi hoy, mi mañana,
Silenciando cada tarde los aplauso en el balcón.
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