Hoy plasmo en el papel mis lágrimas,
aparecen en él en forma de letras,
y una a una se van haciendo palabras,
nacidas de un alma llena de penas,
que un día tocó el cielo con sus manos,
y hoy transita esta tierra como un nómada.
Hoy escribo mi viaje, mi historia,
y regreso a aquel tiempo pasado,
donde todo eran abrazos, besos y risas,
aquel tiempo de la inocencia de un niño,
que jamás quiso crecer y quiso volar,
pero el maldito martilleo del reloj,
le condenó a hacerse mayor sin pedirle permiso.
Hoy ya no persigo las estrellas en verano,
y guardo en mi corazón cada instante,
y en el reflejo de una de ellas te veo,
y algo en mi se conmueve al recordarte,
y en silencio te siento sonreír de nuevo,
y siento que aunque ya no estás, sigues aquí,
como siempre estuviste, aquí a mi lado.
Hoy me miro al espejo y no me reconozco,
todo ha pasado tan deprisa, sin darme cuenta,
hace nada era un niño que jugaba a ganarme tu amor,
y ahora con arrugas en la piel y el pelo lleno de escarcha,
solo me queda el recuerdo de un pasado,
que tuve la suerte de compartir contigo abuela,
y ser feliz cada segundo a tu lado.
Hoy en este camino que me acerca al fin,
intento dar sentido a esta vida que cada vez me resulta mas pesada,
e intento entender el motivo por el cual sigo aquí,
esperando que un día llegue la hora de volverte a ver y poderte abrazar,
y ser de nuevo aquel niño que te miraba cada día,
con la devoción que se mira a la persona que se ama.
Hoy plasmo en el papel mis lágrimas,
aparecen en él en forma de letras,
y una a una se van haciendo palabras,
nacidas de un alma llena de penas,
que un día tocó el cielo con sus manos,
y hoy transita esta tierra como un nómada.
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