Dicen que la curiosidad mato al gato,
y yo no quiero ser ese gato,
ni tampoco ser tu excusa para el
olvido,
ni quiero ser tu ayer, ni quiero ser tu
mañana,
tan solo quiero ser hoy mirando sin
tiempo,
dentro de mi piel a travez de la
ventana.
Yo no quiero ser la caja de tus sueños,
ni quiero que mueras cada día por mi,
yo no quiero ser tu mes de enero,
yo no quiero ser tu mes de abril,
ni sueño cada día con tus huesos.
Y en estos días de miles de años que
no vivo,
me levanto de la nada y recorro el
pasillo,
dejándome llevar hasta el infinito de
la vida,
sin mirar atrás, sin mirar al pasado,
que va empujándome hacia el futuro,
a veces con ganas y a veces con
desganas.
Yo no quiero ser tu punto de partida,
ni quiero ser tu meta final,
yo no quiero ser la palabra que te
enamora,
ni quiero llevarte al altar,
yo quiero ser para siempre tu pan y
cebolla,
ni pretendo contigo saltar y volar.
Yo no quiero ser la mano cuando te
caigas,
yo solo quiero abrazarme al misterio,
besar cada noche nueva a la soledad,
sin tener miedo de mirarme al ombligo,
para poder ponerme frente al espejo y
poderte gritar,
se que estas hay dentro un día mas,
detrás del ese cristal metido en mi
pellejo.
Y en estos días de miles de años que
no vivo,
me levanto de la nada y recorro el
pasillo,
dejándome llevar hasta el infinito de
la vida,
sin mirar atrás, sin mirar al pasado,
que va empujándome hacia el futuro,
a veces con ganas y a veces con
desganas.
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