Hoy navego
por mi mente como un barco perdido,
y me pierdo
en el mar de la nostalgia y en aquellos años,
cuando aun
era joven y vivía cada segundo como si fuese el ultimo,
de fin de
semana en fin de semana, de garito en garito,
de cuentas
perdidas y mañanas de encuentros,
entre las
nubes y la espuma de una cerveza.
Donde
quedaron los juegos de la niñez en el parque,
los primeros
besos inocentes soñando con el amor,
los paseos
con lo eterno de la mano y el presente,
el futuro de
sueños que soñábamos vivir sin miedos,
y las risas
incesantes que han pintado de arrugas mi ser.
Donde
quedaron los días felices de perdices sin huesos,
de princesas trasnochadas y príncipes desteñidos,
los días mirando al lago o las barcas en el retiro,
del whisky de garrafón en Orense, Arguelles y Malasaña,
del metro con olor a podrido en cada amanecer,
y las mañanas de domingo con dolor de cabeza y resaca.
de princesas trasnochadas y príncipes desteñidos,
los días mirando al lago o las barcas en el retiro,
del whisky de garrafón en Orense, Arguelles y Malasaña,
del metro con olor a podrido en cada amanecer,
y las mañanas de domingo con dolor de cabeza y resaca.
Donde
quedaron los amigos de sangre, tequila y cerveza,
los rollos de verano que pudieron ser y nunca fueron,
las piernas de aquella peluquera de mi barrio teñida de morena,
los domingos tranquilos paseando por el rastro,
y el chocolate con porras en San Gines después de Joy Eslava.
los rollos de verano que pudieron ser y nunca fueron,
las piernas de aquella peluquera de mi barrio teñida de morena,
los domingos tranquilos paseando por el rastro,
y el chocolate con porras en San Gines después de Joy Eslava.
Donde
quedaron los años que pasan con prisas,
los días que
nunca esperaron ni si quiera al olvido,
los amigos
eternos que jamas volvieron a mi vida,
las tardes de
cine en Gran Vía viendo un estreno,
y los
atardeceres paseando por Madrid.
Hoy navego
por mi mente como un barco perdido,
y me pierdo
en el mar de la nostalgia y en aquellos años,
cuando aun
era joven y vivía cada segundo como si fuese el ultimo,
de fin de
semana en fin de semana, de garito en garito,
de cuentas
perdidas y mañanas de encuentros,
entre las
nubes y la espuma de una cerveza.