miércoles, 1 de mayo de 2019

ENTRE SUSURRO Y SUSURRO



Una mirada furtiva que se cruza,
una sonrisa que abre la puerta,
unas palabras que invitan,
y la noche se enciende, y la noche comienza.

Unos labios que se juntan con deseo,
unas manos que juegan nerviosas,
dos extraños comiéndose a besos,
a altas horas de la madrugada,
y tu me dices suavemente al oido,
vamos a tu casa o a mi casa.

Al deseo le sobra la ropa,
en una habitación apenas iluminada,
mientras los ojos devoran con fantasías,
la imaginación juega sus cartas.

Déjame vendarte los ojos,
y atarte a mi cama sin miedo,
que voy acariciarte con la lengua los sentidos,
y a devorar cada centímetro de tu cuerpo.

No te resistas y camina conmigo por el infierno,
que enciende el tacto de mis dedos entre tus muslos,
mientras te acaricio el alma entre susurro y susurro,
para llevarte sin alas hasta el séptimo cielo,
y para morir juntos abrasados por el fuego.

Déjame poseerte mientras saboreo tus senos,
en un baile interminable entre lo real y lo etéreo,
que nos haga por esta noche a los dos inmortales,
fundiendo tu cuerpo y el mío en un solo cuerpo.

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