la ramas de los arboles opacan la luz
de la luna,
las estrellas no han querido venir a
verte,
mientras tu Caperucita caminas sobre
hojas ya muertas,
y dime niña inocente de que color
tiene los ojos el lobo?
Un escalofrió recorre tu cuerpo,
frágil como el vidrio y blanco como la
leche,
un aullido rompe el silencio,
y a distancia el depredador huele la
sangre,
mientras se relame sus afilados
colmillos.
El cazador sigue de fiesta,
intentado ligar en una disco de moda,
la abuelita picarona, astuta y lista,
esta apunto de llevárselo a la cama,
para jugar con el al juego donde sobra
la ropa.
El lobo se acerca sigiloso,
cuidado Caperucita ya lo tienes a tu
espalda,
acerca su boca a tu oido,
y te dice niña eres muy guapa,
no tengas miedo de mi, ven te invito a
una copa.
No tengas miedo pequeña,
que no te asuste mi mirada,
no pretendo hacerte daño,
solo quiero acariciarte el alma,
y que esta noche vengas conmigo,
que voy a llevarte mas allá de los
limites, para hacer realidad tus fantasías.
Empiezas a sentirte perdida,
algo te dice que acabaras entre las
sabanas,
mientras el lobo devora tu carne,
de la noche hasta la madrugada,
y cuando sol este ya en lo alto,
volverás con tu bolso de cuero a casa.
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