Esperando en esta curva,
con la mirada perdida y el alma en la
hoguera,
contemplando y contando las estrellas,
esperando que llegue la mañana,
para volver a olvidarme de ella.
Voy camino del infierno,
subiendo los escalones de la vida,
jugando con dragones rojos,
que se contonean con la llama,
mientras apuro una botella y se consume
otro porro.
Lentamente el viento susurra en mi
oido,
canciones olvidadas de mi juventud,
y entre estas cuatro paredes sin techo,
laten los acordes fuerte en mi pecho,
que van apuñalando mi corazón.
Con mi equipaje siempre a cuestas,
dejando atrás las historias de mi
vida,
entre el calvario y las heridas,
resistiendo y levantándome de las
caídas,
sin importarme una mierda lo que digan.
Esperando en esta curva,
con la mirada perdida y el alma en la
hoguera,
contemplando y contando las estrellas,
esperando que llegue la mañana,
para volver a olvidarme de ella.
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