Sombras etruscas invaden mi mundo,
dibujando formas tenebrosas manchadas
de sangre,
gritos desgarradores parten en dos el
silencio,
mientras una luna entristecida y
fúnebre enrojece,
y el demonio pasea por la tierra como
si fuese el infierno.
Los puños opresores golpean con saña
las puertas,
mientras el dedo acusador va señalando
las casas.
Y van llevándose por la fuerza a los
hombres,
mientras sus hijos y sus mujeres
lloran,
sabedores de que van a convertirse en
huérfanos y en viudas.
El brazo ejecutor no sabe de letras, ni
de rimas,
ni entiende de obreros, maestros y
poetas,
los camiones del régimen se cargan de
números,
camino de la mas atroz crueldad y
oscuridad,
que puede albergar el corazón y el
alma humana.
Al llegar el alba las cunetas se cubren
de cuerpos,
y se tapan con cal y tierra las fosas
comunes,
en una de ella descansa Federico Garcia
Lorca,
como si fueran sus bodas de sangre,
escrita por la tenebrosa mano de la
dictadura franquista.
Sombras etruscas invaden mi mundo,
dibujando formas tenebrosas manchadas
de sangre,
gritos desgarradores parten en dos el
silencio,
mientras una luna entristecida y
fúnebre enrojece,
y el demonio pasea por la tierra como
si fuese el infierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario