AQUÍ ESTOY

Aquí estoy,

aquí estoy buscando las piezas,

esas que con los años he perdido,

esas que extravié sin darme cuenta,

y daban sentido a todo lo que soy.

Aquí estoy,

buscándolas una a una para completar el puzzle,

para entender todo aquello que ahora no entiendo,

y así desterrar de mi las sobras que me hieren,

y van dejando cicatrices en mi corazón.

Aquí estoy,

mirando hacia el futuro con miedo,

intentando levantarme del suelo,

después de encajar los golpes mas duros,

que el destino cruel me tenia guardados.

Aquí estoy,

transitando entre lo terrenal y lo etéreo,

en esta tierra entre el cielo y el infierno,

dejándome arrastrar hacia el averno,

y sintiendo como arde mi inmortal alma.

Aquí estoy,

delante de este folio en blanco,

que va llenándose de lagrimas,

nacidas del dolor que llevo dentro,

y van conformando las palabras,

que asesinan lo poco que queda de mi.

Aquí estoy,

pagando los pecados de mi pasado,

que caen como losas sobre mi conciencia,

para gritarme fuerte, todo se paga tarde o temprano.

Aquí estoy,

aquí estoy buscando las piezas,

esas que con los años he perdido,

esas que extravié sin darme cuenta,

y daban sentido a todo lo que soy.

LA ISLA DE LAS PALABRAS PERDIDAS

Hoy encontré la isla de la palabras perdidas,

esas que no pronunciamos por miedo,

las que escondemos por cobardía,

y se visten cada día de silencios.

Hoy encontré la isla de las palabras perdidas,

huérfanas del sonido y de la voz,

esas palabras que por orgullo ya no se nombran,

esas palabras que guardamos olvidadas en un cajón.

Hoy encontré la isla de las palabras perdidas,

y encontré un Te Amo agarrado a una palmera,

mientras el ego lo miraba muy asustado,

en la distancia se reía a carcajadas la soledad.

Hoy encontré la isla de las palabras perdidas,

y me senté al lado del perdón,

mientras la ignorancia tomaba la palabra,

apoyada en voz alta por la razón,

mientras el corazón en un rincón callaba y lloraba.

Hoy encontré la isla de la palabras perdidas,

esas que no pronunciamos por miedo,

las que escondemos por cobardía,

y se visten cada día de silencios.

Hoy encontré la isla de las palabras perdidas,

mientras la compasión se vestía de luto,

la lealtad me miraba y daba la espalda,

mientras mi alma se iba de muriendo de tristeza.

Hoy encontré la isla de las palabras perdidas,

que morían en silencio tumbadas sobre la arena.

FRENTE AL MAR

Como cada día se sentó frente al mar,

y cosió sus recuerdos con el hilo del tiempo,

y espero como cada verano que ella regresara,

pero paso el verano y llego el otoño,

y paso el invierno y llego la primavera,

y como tantos otros, otro año mas que paso sin ella.

Llego el verano y volvió a sentarse frente al mar,

mientras las olas morían en la arena,

y su alma se lleno de atardeceres,

y soñó como siempre soñaba con ella,

mientras la luna le saludaba cada noche.

Y paso el verano,

y su cabeza se lleno de escarcha,

y en sus manos descubrió que se hacia viejo,

el otoño le robo miles de lagrimas,

el invierno se le hizo cada vez mas eterno,

pero en su corazón solo había esperanza.

Como cada día se sentó frente al mar,

y cosió sus recuerdos con el hilo del tiempo,

y espero como cada verano que ella regresara,

pero paso el verano y llego el otoño,

y paso el invierno y llego la primavera,

y como tantos otros, otro año mas que paso sin ella.

Y volvió el verano,

y volvió a sentarse en aquella playa,

y miro al horizonte esperando que ella regresara,

y paso la vida, y un día el ya no volvió a esperarla.

SOY (DEDICADO A LAS HURDES, CACERES)

Soy de un lugar entre montañas,

donde los ríos y arroyos bajan cristalinos,

donde el aire huele a romero, hierbabuena y lavanda,

donde las madrugadas son hermosas y los atardeceres mágicos,

donde la soledad y la paz residen cada invierno.

Soy de un lugar donde el azul se junta con el verde,

donde el corazón es mas grande que la razón,

donde los animales corren libres por el monte,

y las cigüeñas anidan en primavera y verano.

Soy de un lugar lleno de amor y esperanza,

criado entre olivos, pinos, ciruelos y cerezos,

donde sendero llega mucho mas allá del el alma,

y es descanso del caminante y del el guerrero.

Soy de un lugar donde la tierra se hace vida,

donde los huertos paren sus manjares,

donde la vista del viajero se enamora,

y donde el pobre ya no es pobre.

Soy de un lugar de cuentos y leyendas,

de noches y tardes de chascas y braseros,

de alegrías y mercadillos en plazas y calles,

de fiestas tradicionales y tamborileros,

de molinos de aceitunas y lagares,

y rincones donde nacen los sueños.

Soy de un lugar al norte de Extremadura,

un lugar con solera, sabor y tronido,

de una Mancomunidad hermosa,

de un lugar que nunca olvido,

un lugar donde vivir, un lugar para el retiro.

SOLO SOMOS INSTANTES

Solo somos instantes,

hojas que va secando el tiempo,

las manecillas de un reloj cruel,

una mota de polvo en el recuerdo,

un sentimiento que eriza la piel.

Solo somos instantes,

una lagrima que resbala por la mejilla,

una foto vieja colgada en la pared,

una canción que llena de nostalgia,

un pasado triste, un ayer.

Solo somos instantes,

un numero en la estadística,

un minuto suicida que no vuelve,

una mano amiga o enemiga,

una sonrisa, un duende.

Solo somos instantes,

almas que buscan a su mitad,

una mirada que desafía cada instante,

caminantes que sueñan con ir donde van,

millones de cuerpos solitarios y errantes.

Solo somos instantes,

en una carrera hasta el final,

luchando por ver quien llega mas tarde,

huyendo siempre de la realidad,

que nos deja en un sueño entre la vida y la muerte.

Solo somos instantes,

un eco en el silencio del pasado.

SOMBRAS ETRUSCAS (A Federico Garcia Lorca)

Sombras etruscas invaden mi mundo,

dibujando formas tenebrosas manchadas de sangre,

gritos desgarradores parten en dos el silencio,

mientras una luna entristecida y fúnebre enrojece,

y el demonio pasea por la tierra como si fuese el infierno.

Los puños opresores golpean con saña las puertas,

mientras el dedo acusador va señalando las casas.

Y van llevándose por la fuerza a los hombres,

mientras sus hijos y sus mujeres lloran,

sabedores de que van a convertirse en huérfanos y en viudas.

El brazo ejecutor no sabe de letras, ni de rimas,

ni entiende de obreros, maestros y poetas,

los camiones del régimen se cargan de números,

camino de la mas atroz crueldad y oscuridad,

que puede albergar el corazón y el alma humana.

Al llegar el alba las cunetas se cubren de cuerpos,

y se tapan con cal y tierra las fosas comunes,

en una de ella descansa Federico Garcia Lorca,

como si fueran sus bodas de sangre,

escrita por la tenebrosa mano de la dictadura franquista.

Sombras etruscas invaden mi mundo,

dibujando formas tenebrosas manchadas de sangre,

gritos desgarradores parten en dos el silencio,

mientras una luna entristecida y fúnebre enrojece,

y el demonio pasea por la tierra como si fuese el infierno.