Otra noche de insomnio y folios en
blanco,
de madrugada negra y escarcha en las
cunetas,
en estas horas tardías un tictac rompe
el maldito silencio,
mientras la oscuridad se cuela sin
permiso por mi ventana,
y el diablo baila un tango triste con
las estrellas.
Las musas salieron huyendo ante el
temor de la hoguera,
no se sentían a mi lado bien
recibidas, ni pagadas,
solo me acompañaron hasta la
primavera,
cuando el olor a flores inundaba el
valle,
y los ríos bajaban cristalinos, y
repletos de agua.
A solas en soledad con mi tiempo me
encuentro,
mientras sueño con las palabras
correctas,
que rellenen el folio y le del forma al
verso,
haciéndome olvidar las crueles horas,
que pase soñando con su cara y con su
pelo.
Hoy me vende los ojos del alma,
y cosí con hilos del tiempo las
heridas de mi corazón,
hoy estoy a un paso de mi nuevo futuro,
en el camino exacto hacia mi redención,
donde un día deje colgadas mis alas
negras.
Sonaron las campanas del destino,
y el reloj de la plaza marcaba las
cinco,
baile sin prisas hasta que mis pies
sangraron,
mientras en el folio se posaban las
palabras,
y la luna yacía satisfecha e inerte en
su cama.
Buenas noches!
ResponderEliminarWow que hermoso escrito, siento que es mejor sentir esa tristeza por lo que pudo ser que no haberlo intentado nunca, que sigan los éxitos, saludos y buen fin de semana.