A la sombra de los cipreses,
mi cuerpo descansara en paz,
y formare parte de la tierra,
que un día sintió mis pisadas,
en el caminar de mi corta vida.
Mis huesos volverán a ser polvo,
y mis sueños ya no serán sueños,
y volveré a ser de nuevo camino,
y volveré a ser de nuevo montaña,
y volveré a ser de nuevo río,
y seré para siempre alma.
A la sombra de unos cipreses,
unas letras recordaran mi nombre,
y unas flores adornaran mi tumba,
y cada uno de noviembre,
volverán a caer lagrimas sobre mi lapida.
A la sombra de unos cipreses,
un día se olvidaran de quien fui,
y la naturaleza volverá a su ser,
y tomara lo que siempre fue suyo,
sin pedir permiso, sin miedo, ni
razones.
Mis huesos volverán a ser polvo,
y mis sueños ya no serán sueños,
y volveré a ser de nuevo camino,
y volveré a ser de nuevo montaña,
y volveré a ser de nuevo río,
y seré para siempre alma.
Bajo la sombra de unos cipreses,
me reuniré de nuevo con mi amada.
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