Donde me deje las alas intentando volar
sin tiempo,
con las primeras luces del alba entre
lo bello y etéreo,
quise alcanzar la luna y tocar con mis
labios el cielo,
persiguiendo aquel sueño de amor,
aquel amor traicionero,
que me corto las alas y desde entonces
no me levanto del suelo.
Quien recoge mis lagrimas y cura mi
herido cuerpo,
las horas al pasar castigan las heridas
que llevo dentro,
y cargo con mis pecados por este
doloroso desierto,
con el sol quemando mi espalda y
cuchillos perforando mi pecho,
camino de la nada hasta el día de mi
entierro.
Donde me deje las alas intentando volar
sin tiempo,
los segundos me atacan y me grita hasta
el tipo del espejo,
como si yo lo conociera pues el es
mucho mas viejo,
tiene arrugas en la cara y escarcha en
su pelo,
ojeras de veinte días y esta
desesperado, y seco.
Quien recoge mis lagrimas y cura mi
herido cuerpo,
las horas al pasar castigan las heridas
que llevo dentro,
y cargo con mis pecados por este
doloroso desierto,
con el sol quemando mi espalda y
cuchillos perforando mi pecho,
camino de la nada hasta el día de mi
entierro.
Donde me deje las alas intentando volar
sin tiempo,
le puse vendas a la razón sin entender
que estaba muerto,
caminando por el precipicio del maldito
recuerdo,
en caída libre y desnudo por haber
estado tan ciego,
al haber ignorado quien soy y olvidado
de donde vengo.