Cuando te canses de amontonar amores
rotos,
recuerda que te espero en el mismo
lugar,
en la plaza de la soledad junto a la
calle del olvido,
donde un día me dejo tu indiferencia.
Cuando te canses de ganar mil batallas,
y al final pierdas todas tus guerras,
y no puedas levantarte por tus heridas,
estaré hay para coserlas y con mimo
curarte-las,
escuchando la canción que un día fue
la nuestra.
Cuando te canses de recorrer caminos
equivocados,
caminos que no te lleven a ninguna
parte,
recuerda que yo te espero en el
principio del amor,
que es el camino que lleva hasta las
estrellas,
pasando por la tierra de los sueños.
Cuando te canses de llorar lagrimas
amagas,
puedes juntarlas con las mías,
y al juntarlas crearemos un mar,
por donde podrán navegar nuestros
corazones,
en un crucero con destino a la
eternidad.
Cuando te canses de amores eternos,
que apenas te duren una noche,
de palabras vacías que solo busquen tu
cuerpo,
de inicios calientes que dejan sabanas
frías,
recuerda que yo estoy al otro lado del
silencio.
Cuando te canses de amontonar sueños
rotos,
recuerda que te espero en el mismo
lugar,
en la plaza de la soledad junto a la
calle del olvido,
donde un día me dejo tu indiferencia.