Cuenta una leyenda antigua,
que en Casar de Palomero,
vivía un Imán con su hija,
bella y hermosa como un lucero,
de tez morena, ojos marrones y pelo negro.
Muchos mozos Arabes la pretendían,
todos con poder, bien situados y con
dinero,
todos querían casarse con ella,
pero ella estaba enamorada en silencio,
del hijo mayor del señor de
Granadilla.
Jasmine cada día a su dios pedía
orando,
convence Yahvé por favor a mi padre,
quiero ser la mujer de Alejandro,
aunque yo sea Judía y el sea
Cristiano,
no hay nada mas sagrado sobre la
tierra,
que el amor que ambos nos procesamos.
Su padre al enterarse de ello,
hablo con su hija y la prometio,
que haría todo lo posible por aquel
amor,
y se reunió con el padre del chico,
y este le exigió para la boda una gran
construcción.
Jasmine y Alejandro se casaron,
aun se pueden verse resquicios de el
canal de agua,
que va desde lo alto de Casar de
Palomero,
pasando por túneles ya enterrados en
la montaña,
construidos con sudor, esfuerzo y
esmero,
que llegan hasta las puertas de
Granadilla.
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