Decidió sentarse y esperarla,
a la sombra de aquel manzano,
vio pasar la primavera y el verano,
y al lado de la chimenea el otoño,
espero con su traje nuevo,
hasta que la nieve del invierno,
se instalo perenne en su pelo.
a la sombra de aquel manzano,
vio pasar la primavera y el verano,
y al lado de la chimenea el otoño,
espero con su traje nuevo,
hasta que la nieve del invierno,
se instalo perenne en su pelo.
Se sentó al lado del fuego,
y contemplo la silla vacía a su lado,
y la soledad le sirvió de compañera,
y los recuerdos guardados en aquel retrato,
le tocaron cada día nuevo el alma,
y la esperanza se adueño de su corazón.
y contemplo la silla vacía a su lado,
y la soledad le sirvió de compañera,
y los recuerdos guardados en aquel retrato,
le tocaron cada día nuevo el alma,
y la esperanza se adueño de su corazón.
Se sirvió un café y sirvió un café para ella,
y recordó aquella sonrisa mientras brotaban sus lagrimas,
y recordó aquel río y a todos sus amigos,
y recordó aquellas tardes de charlas,
y recordó la primera vez que la vio,
y recordó el primer beso y cada uno de los te amo.
y recordó aquella sonrisa mientras brotaban sus lagrimas,
y recordó aquel río y a todos sus amigos,
y recordó aquellas tardes de charlas,
y recordó la primera vez que la vio,
y recordó el primer beso y cada uno de los te amo.
Sembró el jardín de rosas rojas,
y puso al lado de la casa un limonero y una mimosa,
lleno el camino de amapolas y margaritas,
se sentó y escribió para ella mil poemas,
y soñó con poder abrazarla de nuevo,
y recitarla cada uno de sus versos.
y puso al lado de la casa un limonero y una mimosa,
lleno el camino de amapolas y margaritas,
se sentó y escribió para ella mil poemas,
y soñó con poder abrazarla de nuevo,
y recitarla cada uno de sus versos.
Pinto su casa de azules y blancos,
tal y como la había prometido,
y se sentó de nuevo a esperarla,
y paso otra primavera y otro verano,
y paso otro otoño y otro invierno,
y un día sentado al lado del fuego,
se quedo dormido y la muerte le visito,
y por fin volvió a estar con ella.
tal y como la había prometido,
y se sentó de nuevo a esperarla,
y paso otra primavera y otro verano,
y paso otro otoño y otro invierno,
y un día sentado al lado del fuego,
se quedo dormido y la muerte le visito,
y por fin volvió a estar con ella.
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