Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
lo nuestro es temporal,
somos un préstamo voluntario de
momentos inolvidables,
y quizás porque no de una vida entera.
Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
ambos nacimos sin cadenas,
y decidimos hacer el camino juntos,
iguales en todo, en las alegrías y las
penas.
Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
coincidimos en un mismo lugar,
en una eterna y limpia mirada,
y decidimos enlazar nuestras almas.
Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
compartimos corazón y casa,
amor sincero, respeto y colchón,
y secretos de almohada.
Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
no tiene cadenas nuestro amor inmortal,
compartimos nuestro tiempo sin miedo,
ya no pensamos en el mañana.
Ella no es mía,
yo tampoco soy suyo,
lo nuestro es temporal,
somos un préstamo voluntario de
momentos inolvidables,
y quizás porque no de una vida entera.
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