Se llena de colores cobrizos y verdes
la sierra,
el otoño destierra al verano de la
comarca,
ya emigran las cigüeñas en busca de
mejor clima,
y empiezan a echar humo las chimeneas de las casas.
Tiempo de charlas al abrigo del
brasero,
de tardes de mesa, cafés, tele y
faldilla,
mientras en la calle llueve y hace
frío,
alguien cuenta historias de vidas
pasadas.
Se oye el tintineo del agua en la
ventana,
y la voz de algún vecino que pasa con
prisas,
mientras la madre se levanta para hacer
la cena,
el padre baja a la cuadra a ponerle
comida y agua a la mula.
Se respira paz y tranquilidad en cada
esquina,
los portales de la plaza están
desiertos,
algunos paisanos juegan a las cartas en
el bar,
mientras fuera en la calle sigue
lloviendo.
Es otoño en las Hurdes,
es tiempo de paz, tranquilidad y
sosiego,
es tiempo de repuntar los manantiales,
es tiempo de lumbre y puchero.
Se llena de colores cobrizos y verdes
la sierra,
el otoño destierra al verano de la
comarca,
ya emigran las cigüeñas en busca de
mejor clima,
y empiezan a echar humo las chimeneas de las casas.
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