miércoles, 31 de enero de 2018

INEVITABLE



He nadado tantas veces sin guardar la ropa,
Que cuando me di cuenta me vi desnudo,
He andado tanto por el alambre con los pies descalzos,
Que deje de sentir el dolor que producen sus pinchos,
He olido tantas rosas diferentes en mi vida,
Que un día me di cuenta de que todas tienen espinas.

He subido tantas montañas imposibles,
Que siempre tropecé en la cima y las bajé rodando,
He mirado tantas veces el mar desde los acantilados,
Que sin querer me ahogue en sus saladas aguas,
Me he asomado tanto a los abismos,
Que era inevitable que terminara cayendo.

He paseado tanto por el infierno,
Que olvide de que color era el cielo,
He transitado tanto sin medidas por la noche,
Que he llegado a confundirla con la mañana,
He cometido tantos y tantos pecados,
Que mi alma solo encontraría la paz y el perdón en el purgatorio.

He recorrido tantos caminos de prisa y corriendo,
Que olvide disfrutar de la ida y de la vuelta,
He ignorado tantas veces a la razón,
Que dañe y herí sin remedio ni medidas a otros corazones,
He vivido tan al límite de mi consciencia,
Que muchas veces oculte la verdad a quien no lo merecía.

He dejado muchas veces mi dignidad a los pies de una cama,
Sin pensar en el daño que yo mismo me hacía,
He dejado que mi adición me crucificara,
Sin ser capaz de mover un dedo para evitarlo,
He sido incapaz de pedir ayuda a los que me querían,
Por miedo a quedarme para siempre solo.


He intentado tantas veces volar por el cielo,
Que la realidad y el presente me han arrastrado más de una vez por el suelo,
He jugado tanto tiempo con el morbo y el fuego,
Que al final me he quemado en mi propio veneno.
He mentido tantas veces a mi corazón,
Que deje de reconocer mi verdad aunque la tuviese delante.

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