SOMBRAS Y OSCURIDAD

Hoy la oscuridad volvió a caminar a mi lado,

y por unos segundos se apoderó de mi,
volví a recorrer las calles donde perdí mi corazón,
y dañe sin consciencia a mis seres más queridos.

Hoy volví a sentir como mis sobras me acompañaban,
apuñalando-me sin piedad con los recuerdos del pasado,
Haciéndome volver a desear hacer lo que nunca debí haber hecho,
Destruyendo golpe a golpe todo aquello que había construido.

Hoy no busco más culpables de mi dolor,
Porque se que el único culpable reside en mi cuerpo,
ese que nunca tuvo el valor para pedir ayuda,
el mismo que jamás supo pedir perdón por sus pecados.

Hoy volví a ver en el cristal del metro el rostro macabro,
que gritaba mi otro nombre sin descanso,
pero de repente me acordé de ti y de tu sonrisa,
y la luz volvió a reinar sobre mi alma haciéndola renacer de nuevo.

Hoy me doy cuenta que sin ti soy débil,

y aprendí a valorar lo que tengo,
hoy volví de nuevo a llorar y a sonreír,
caminando por unas horas con mis pecados, de nuevo por el infierno.

SIN PERMISO, NI PERDÓN

Pasan los años empujándose unos a otros,
al compás del tictac del cruel reloj,
en el precipicio que lleva al vacío del tiempo,
dejando la huella de otro año que paso,
entre el cielo y el infierno.

Pasan los años sin pedir permiso, ni perdón,
escapándose como se escapa el agua entre los dedos,
dejando su marca grabada en el cuerpo,
cubriendo la cara de arrugas y llenando de escarcha el pelo.

Pasan los años sin pausa pero con prisas,
en esta cuenta atrás que por suerte o desgracia es la vida,
poniendo los clavos a nuestro ataúd y cavando nuestra tumba,
mientras la muerte nos espera al otro lado de la laguna,
para darnos el último, fatal y helado abrazo.

Pasan los años sin apenas darnos cuenta,
dejándonos llevar como si hubiese un mañana,
sin dar importancia a cada segundo que pasa,
mirando hacia otro lado y pensando que nuestra obra es eterna.

Pasan los años y pasa nuestra vida,
como grano de arena que arrastra el viento,
como gotas de roció en la mañana,
como hoja muerta que cae del árbol.

Pasan los años y volvemos a ser polvo,
pasan los años y apenas somos un recuerdo.

NUESTRO MUNDO

Solo seremos un mundo, nuestro mundo,

tuyo y mío, creado cada día por nosotros,

compartido en cada abrazo y en cada beso,

en cada latido de nuestro corazón y en el alma,

al son de los acordes arrítmicos de nuestros cuerpos,

mientras cabalgamos la noche y damos rienda suelta a la locura,

bailando desnudos tu piel con mi piel mientras llega la madrugada..

Solo seremos un mundo, nuestro mundo,

tuyo y mío, creado cada día por nosotros,

construido con las caricias de nuestras manos,

alimentándonos simplemente el uno al otro con amor,

como si no existiese ya un mañana,

tumbados en nuestro cuarto sobre nuestro colchón,

haciendo eterna tu mirada en mi mirada.

Solo seremos un mundo, nuestro mundo,

tuyo y mío, creado cada día por nosotros,

sin mentiras, con ilusión, sin el mas mínimo temor,

mientras nuestras cabezas se van vistiendo con canas,

mientras cada segundo se hace intenso y abstracto,

dejando pasar sin prisas y sin pausa nuestras vidas,

viendo como nace de nuevo el sol en nuestra ventana.

Solo seremos un mundo, nuestro mundo,

tuyo y mío, creado cada día por nosotros.

NOSTALGIA DEL PASADO (A mi niñez)

Los ojos me dibujan las fotos del pasado,

aquellas que me hacen viajar sin moverme a mi niñez,

y me dejo llevar a aquella carretera con arboles y de frente el bar del Puro,

a la higuera de la Petra y la antigua fachada del cine,

al almacén del señor Felix y a la fuente de abajo,

a el barreño que usaba mi madre que servia para bañarnos a veces,

a aquella casa de escaleras y piedras que antes fue una escuela,

y a la panadería de nuestros vecinos Jose y Nati.

Hoy viajo sin moverme hasta el pasado,

y me dejo llevar a aquella plaza con sus portales y su fuente de dos caños,

a la fachada de la casa que visito el Rey con la placa que lo recuerda,

a aquel ayuntamiento que nada tiene que ver con el de ahora,

al escaparate del Señor Adolfo con los juguetes que ponía por navidad,

al bar el emigrante de mi familiar Jesus Hernandez,

y a aquella Basílica que un día fue sinagoga.

Me dejo llevar por mi imaginación,
y siento el olor a pan recién hecho de la tahona del Señor Pedro,

el sabor del café en casa de mi abuela Francisca,

a las tardes en el huerto de mis padres con las cabras,

a las tardes de baloncesto con mis amigos,
a la palmera que adornaba la escuela.

y a los días de río con mis primos mirando el puente romano.

Me dejo llevar por mi imaginación,

a la plaza de los barreros con el bar de la señora Dori y su fuente,

a la puerta de la iglesia de arriba y su campanario,

a la calle Nuña y su portón que la mano del hombre a destruido,

y a la casa de la bujarda que sigue aguantando al tiempo.

Me dejo llevar por mi imaginación,

y vuelvo a sentarme a los pies de la Cruz de los Caídos en el verdinal,

a pasar por el pasadizo oscuro que daba a uno de los lagares,

a el pico de Santa Barbara para ver todo el pueblo desde arriba,

a la pesquera de abajo y su molino hundido con su mimosa,

a la madre del agua y el molino de la noria.

Me dejo llevar por mi imaginación,

y vuelvo a recorrer las calles con mis quintos,

a tocar el tamboril y tirar harina a quien se cruzaba,

a pedir de casa en casa a los vecinos del pueblo,

a cantar a Marta Sanchez Y canciones populares,

a tomar vinos en el bar del perckis, el bar Toni, el bar Maximiliano y el bar de Manolo Calvo,

y a las noches de baile en la discoteca de la Señora Nila y su bar Las Flores.

Me dejo llevar por mis recuerdos,

mientras las lagrimas inundan sin permiso mi cara,

por tanta gente buena que me acompaño,

dando gracias a dios por todas mis vivencias,

por todos los abrazos de mis seres queridos,

por haberme dejado recorrer el camino y compartir,

por todos los días de magia, de pruebas y risas,

y por haberme hecho nacer allí.

SEÑORA OSCURA

Desnudo mi alma ante ti señora oscura,
a duras penas consigo sostenerte la mirada,
fúnebre, tenebroso y frío es tu atuendo,
te miro mientras tu afilas tu guadaña,
para dar descanso eterno a mi ajado cuerpo.

Esta noche se han ausentado las estrellas,
y las nubes lloran como presagio del fin anunciado,
estoy ya preparado para partir a tu lado hacia el averno,
dejando atrás esta vida tan dura y a mi cansado corazón.

No voy a pedir clemencia por mis actos,
ni voy a suplicarte para que me concedas más tiempo,
todo lo que tenía que hacer aquí ya lo he hecho,
si hice o me han hecho daño ya lo olvide,
y para conceder o pedir perdón ya no me queda valor.

He vivido con mayor o menor acierto,
derrame e hice que se derramaran lágrimas,
por amor o dolor pase noches de insomnio,
la soledad más de una vez me dibujó la madrugada,
dejando la casa fría y escarcha en mi colchón.

No voy a demorar mas mi partida contigo,

ya le doy las monedas al barquero de la Laguna Estigia,
subo a su barca en tu compañía sin miedo,
y miro hacia el infinito donde me espera el fuego del infierno.