Por desgracia hablo más de lo que
callo,
los besos del pasado ya no me crean adicción,
se mucho más por viejo que por poeta,
a mi tren siempre le falta una estación,
ayer era hoy y lo hoy lo dejo para mañana,
y mañana siempre es tarde para escribirte una canción.
los besos del pasado ya no me crean adicción,
se mucho más por viejo que por poeta,
a mi tren siempre le falta una estación,
ayer era hoy y lo hoy lo dejo para mañana,
y mañana siempre es tarde para escribirte una canción.
A mi cadena se le ha perdido un
eslabón,
y el reloj de mi vida me va marcando la escena,
esa de ser más viejo con un niño en mi interior,
si me gritas me evado de la última cena,
y le pongo fronteras a mi corazón,
quitándome la piel muerta arrojándola a la hoguera.
y el reloj de mi vida me va marcando la escena,
esa de ser más viejo con un niño en mi interior,
si me gritas me evado de la última cena,
y le pongo fronteras a mi corazón,
quitándome la piel muerta arrojándola a la hoguera.
A mi alma se le han caído las dos
alas,
a mi tumba le da sombra un ciprés,
a los pies de mi cama ya no llega la Aurora,
en mi presente ya no cabe el día Después,
en mi habitación ya no hay secretos de alcoba,
se marcharon con los besos que se perdieron ayer.
a mi tumba le da sombra un ciprés,
a los pies de mi cama ya no llega la Aurora,
en mi presente ya no cabe el día Después,
en mi habitación ya no hay secretos de alcoba,
se marcharon con los besos que se perdieron ayer.
Ya no tengo heridas ni cicatrices,
ni más religión que un cuerpo de mujer,
las religiones y el amor son para quien las bendice,
con lágrimas saladas de cada amanecer,
ya no creo en cuentos ni historias felices,
ni tengo fiestas que bendecir ni Guardar,
sólo muero sobre las caderas de las vírgenes,
que me regalan su cuerpo sin pasar por el altar.
ni más religión que un cuerpo de mujer,
las religiones y el amor son para quien las bendice,
con lágrimas saladas de cada amanecer,
ya no creo en cuentos ni historias felices,
ni tengo fiestas que bendecir ni Guardar,
sólo muero sobre las caderas de las vírgenes,
que me regalan su cuerpo sin pasar por el altar.
Hoy la vida me ha hecho ladrón y
canalla,
ya no me caben más letras para escribir,
el futuro solo esta claro para los profetas,
mis ilusiones murieron dos meses después de abrir,
ya no recuerdo donde quedaron mis sueños y acabaron mis metas,
ya no tengo patria, ni bandera, ni se donde he de vivir.
ya no me caben más letras para escribir,
el futuro solo esta claro para los profetas,
mis ilusiones murieron dos meses después de abrir,
ya no recuerdo donde quedaron mis sueños y acabaron mis metas,
ya no tengo patria, ni bandera, ni se donde he de vivir.
A mi alma se le han caído las dos
alas,
a mi tumba le da sombra un ciprés,
a los pies de mi cama ya no llega la Aurora,
en mi presente ya no cabe el día Después,
en mi habitación ya no hay secretos de alcoba,
se marcharon con los besos que se perdieron ayer.
a mi tumba le da sombra un ciprés,
a los pies de mi cama ya no llega la Aurora,
en mi presente ya no cabe el día Después,
en mi habitación ya no hay secretos de alcoba,
se marcharon con los besos que se perdieron ayer.
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