Ella era poesía de amor en la noche,
el escritor de sueños inmortales,
escribiendo letras en su morena piel,
dejando volar las yemas de sus dedos,
con pasión incontrolada, sin tabúes,
ni limites,
mas allá de cualquier parámetro
conocido.
Ella era todo aquello que desea el
deseo,
el pintor de placer y de lineas
perfectas,
que dibujaba caricias en sus muslos,
dejando besos inmortales en su alma,
y locura sin control en sus rosados
labios.
Ella era fuente de vida y arcilla
perfecta,
el, el artesano que da forma a su
cuerpo,
moviendo las manos con destreza y
suavidad,
fue dandole forma curvadas y suaves al
amor,
haciendo que las horas parecieran un
solo segundo.
Ella era río desbocado y caudaloso,
el lago donde se amansan las aguas,
juntos formaron un infinito universo,
de dos corazones unidos en la libertad,
volando mas allá de las estrellas y
los sentidos.
Ella era todo lo que el esperaba y
quería,
el era todo lo que ella quería y
esperaba,
se amaron eternamente hasta el final,
y dejaron atrás sus cuerpos cansados,
para hacerse inmortales en una sola
alma.
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