Cuando los sonidos se vuelven
silencios,
y llegan con dolor los duros recuerdos,
cuando nadie espera para darte un
abrazo,
hay te das cuenta de lo cruel que es el
tiempo.
Cuando al abrir la puerta te recibe la
soledad,
ocupando y haciendo cada rincón
sombrío y oscuro,
te entran ganas de sentarte, maldecir y
llorar,
y morir de rabia contenida y hastió.
Cuando la habitación esta vacía y
fría,
y ya no sientes en la cama sus
caricias,
es cuando el cuerpo ya no quiere volar,
y se niega a levantarse y andar.
Cuando cada día pesa tanto que incas
las rodillas,
y ya no esta a tu lado la fuerte mano
amiga,
esa mano que siempre estaba dispuesta y
tendida,
para levantarte y caminar sin miedo
contigo por la vida.
Cuando todo en la casa es un desafió,
y solo hay extrañeza y desgarro,
la soledad y el helado silencio,
van dejando al cuerpo frío y
desamparado.
Cuando se hace cruel la existencia,
cuando la mitad de tu alma ha partido,
y lo ocupa todo la amarga soledad,
dejando el corazón lleno y rostro
sombrío.
Es cuando mas fuerte debemos luchar,
recordando con amor y cariño lo
vivido,
y es hora volver de nuevo a empezar,
para dar dignidad, valor y honor,
aquel que por desgracia ha partido.
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