Ya no busco excusas que contarme,
se perfectamente quien soy,
soy en mi mismo juez, reo y parte,
se de donde vengo y a donde voy.
Ya no escribo renglones torcidos,
ni miro a mi espalda con dolor,
los malos hábitos los mande al olvido,
para no hacer daño a mi maltrecho
corazón.
Ya no cuento cuentos para mañana,
ni cargo con cargas del ayer,
me levanto con ganas de revancha,
si hice o me hice daño ya lo olvide.
Ya no busco amores perdidos,
ni espero postales por navidad,
se bien quien es mi verdadero amigo,
y no pido nada a los demás.
Ya no busco pan para mañana,
ni mendigo migajas de amor,
no pretendo hacer mas daño a mi alma,
ni en mi tiene cabida el rencor.
Ya no sangro en soledad por las
heridas,
ni temo a otra batalla que luchar,
pues nada es eterno en esta vida,
todo tiene su triste o alegre final.
Ya no guardo odios ni temores,
vivo cada segundo con humildad,
siempre he sabido pedir que me
perdonen,
solo pretendo vivir con dignidad.