Allí en la lejanía están nuestros
nombres,
Tras el muro de piedra que hoy está levantado,
Pendiendo de un hilo sobre la noche,
Con heridas que sangran en el corazón.
Pendiendo de un hilo sobre la noche,
Con heridas que sangran en el corazón.
Hoy se cae el telón que dio sueño a
los sueños,
Dejando el alma con anemia de abrazos,
Los besos los guardamos en el maldito cajón,
Cogiendo polvo junto a nuestros heridos egos.
Dejando el alma con anemia de abrazos,
Los besos los guardamos en el maldito cajón,
Cogiendo polvo junto a nuestros heridos egos.
La vida dejo de correr y pasa el tiempo
lento,
Tiene anemia de emociones y cariño,
se puso a caminar perdida en el sendero,
Que va desde el paraje del dolor al paraje del olvido.
Tiene anemia de emociones y cariño,
se puso a caminar perdida en el sendero,
Que va desde el paraje del dolor al paraje del olvido.
Las heridas aún sangran y son
recientes,
Las malditas noches se hacen frías y solitarias,
Hay una sombra que tiene trazas casi de muerte,
Mientras en cada rincón se respira la soledad.
Las malditas noches se hacen frías y solitarias,
Hay una sombra que tiene trazas casi de muerte,
Mientras en cada rincón se respira la soledad.
La memoria ataca sin piedad con
recuerdos,
Escupiéndonos a la cara sus rotundas verdades,
Y va muriendo en la agonía con los pecados,
Que van poniendo los clavos a nuestros ataúdes.
Escupiéndonos a la cara sus rotundas verdades,
Y va muriendo en la agonía con los pecados,
Que van poniendo los clavos a nuestros ataúdes.
Un grito imaginario y desgarrador suena
en el vacío,
Lleva de compañeras nuestras lágrimas,
Mientras se ríe a carcajadas el destino,
Que nos vio de la mano volar cada mañana.
Lleva de compañeras nuestras lágrimas,
Mientras se ríe a carcajadas el destino,
Que nos vio de la mano volar cada mañana.
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