Cerré las puertas del abismo,
para no caer mas en la desgracia,
de navegar por mundos oscuros,
donde habita el dolor y la mentira.
Me puse de pie para tocar las
estrellas,
contemplando con el alma la luna,
descubriendo con mis ojos la vida,
mientras mi corazón de emoción
lloraba.
La noche me descubrió en soledad,
esa soledad a la que te arroja el
destino,
no es mal de amores,si no el caminar,
que pone ante ti piedras y espinos.
La luz lucha a muerte por ganar la
batalla,
en una lucha sin descanso y constante,
entre la noche y un amanecer con
agonía,
en un baile cansado,sin descanso e
incesante.
Escuche cantos de sirenas al nacer un
nuevo día,
me llamaban con sus encantos y sus
cuerpos,
pero mi corazón no claudicaba,no se
rendía,
el y mi alma solo pensaban en mi amada,
que en la distancia de lo desconocido
vivía y dormía.
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