Cae el telón y la noche se llena de
estrellas,
se escucha el susurro del viento en el
valle,
mientras cuentas tus secretos íntimos
a la luna,
una lagrima furtiva rueda por tu
mejilla.
Se hace pequeña el alma,
contemplando cada destello,
arriba en el infinito se juntan,
las almas de tus seres amados.
Miras con nostalgia y piensas,
ojalá pudiera besarla y abrazarla,
pero la muerte fue tan cruel y perra,
que te arrebato de un golpe a tu amada.
Cada noche te pierdes en el recuerdo,
y miras buscando una parte de ella,
hay arriba en el inmenso cielo,
buscas sin descanso su estrella.
El corazón se comprime en tu pecho,
y pides a dios con respeto llorando,
acuérdate señor de este tu siervo,
y llévame pronto a su lado.
Otra mañana sombría que llega,
después de una noche triste y oscura,
donde mi única luz es el recuerdo de
tu boca,
y la vida sin ti dolor y agonía.
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