Se hace irrespirable y fétido el aire,
la situación se torna amarga y bélica,
las palabras nacen vomitivas y
volátiles,
mientras mueren sin remedio las
personas.
A la libertad la condena una alambrada,
o el agua salada del mar la ahoga,
mientras el asesino vuelve la mirada,
sentado tranquilo en su poltrona.
Sin escrúpulos siegan las vidas,
mientras condenan al que ayuda,
llevándolos ante jueces sin alma,
como si fuera una vil dictadura.
Las fronteras ponen muros y disparan el
odio,
manchando en la humanidad su
conciencia,
mientras nadie levanta los brazos,ni la
voz,
dejando sangre inocente en el mar o las
cunetas.
Las lagrimas brotan por los familiares
muertos,
el corazón mirando al horizonte se
desgarra,
mujeres y hombres van buscando su
sueño,
mientras lo mandatarios inflexibles los
ignoran.
El miedo levanta muros y pone barreras,
el egoísmo y la codicia los gobierna,
las religiones alimentan el odio y el
rencor,
mientras por intereses se declaran mas
guerras.
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