Para saber quien soy;
tendrías que haber sufrido mis
heridas,
tendrías que haber seguido mis pasos,
tendrías que haber conocido mi agonía.
Para saber quien soy;
tendrías que haber vestido mi piel,
tendrías que haber sentido mis
latidos,
tendrías que haber probado la miel y
la hiel.
Para saber quien soy;
tendrías que haber luchado mis
batallas,
tendrías que haber perdido o ganado
mis guerras,
tendrías que ver a través de mis ojos
las mañanas.
Para saber quien soy;
tendrías que haberte calzado mis
zapatos,
tendrías que haber cometido mis
pecados,
tendrías que haber llorado por amor.
Para saber quien soy;
tendrías que conocer cada uno de mis
miedos,
tendrías que haber ignorado a veces
tus egos,
tendrías que haber renacido en mi
lecho.
Para saber quien soy;
tendrías que haber vivido el desamor,
tendrías que haber sido ganador y
perdedor,
tendrías que haber mirado de frente al
dolor.
Para saber quien soy;
tendrías que haber conocido la
soledad,
tendrías que haber visitado la
oscuridad,
tendrías que haber volado en libertad.
Para saber quien soy;
tendrías que haber escalado mis
montañas,
tendrías que haberte caído y
levantado,
tendrías que haber vivido sin prisa y
con calma.
Para saber quien soy;
tendrías que haber caminado en el
alambre,
tendrías que haberte debatido entre la
razón y sin razón,
tendrías que haber conocido lo que es
el hambre.
Para saber quien soy;
tendrías que haberte tragado a veces
el orgullo,
tendrías que haber sentido como yo los
golpes,
tendrías que haber luchado por mis
sueños.
Para saber quien soy;
tendrías que haberme mirado a los
ojos,
tendrías que haber desnudado mi alma,
tendrías que haber conocido mi pasado.
Para saber quien soy;
tendrías que haberme preguntado,
tendrías que haberme abrazado,
tendrías que haberme acariciado,
tendrías que haberme amado,
tendrías sin condiciones que haber estado
siempre a mi lado.
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