Hoy mis dedos están de luto,
tengo lagrimas en el corazón,
la mañana llega con un oscuro
siniestro,
la oscuridad opaca y eclipsa el sol.
La noche ha sido dura y larga,
volvió a sangrar la razón y la
libertad,
la guadaña terrorista fanática segó
nuevas vidas,
de aquellos que solo quieren vivir en
paz.
El alma se me hace pequeña,
la rabia ataca con la realidad mi ser,
la justicia clama a gritos venganza,
mientras familias se preguntan porque.
Hoy el fanatismo religioso se condena,
se lanza al abismo de la sin razón,
segando de un golpe la decencia,
haciendo pedazos la convivencia y el
amor.
No hay religión que justifique la
masacre,
no hay motivos para odiar y matar,
no hay mas entendimiento que la
palabra,
ni mas verdad que la dignidad.
Descansen en paz las almas,
de aquellos que sin motivo perdieron su vida,
en manos de unos fanáticos suicidas,
que odian la igualdad,la libertad y
fraternidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario