La noche se le hizo misterio,
embaucado por cantos de sirena,
la mañana llego con sueño atrasado,
con hambre de amor y sin luna llena.
Busco rosas sin espinas,
pero una espina se le clavo en el alma,
paso con el la noche entera,
y desapareció cuando abrió los ojos
el alba.
No dejo dirección,ni teléfono,
ni forma de volver a encontrarla,
solo quedo la forma de su cuerpo en el
colchón,
y el aroma de su perfume en la
almohada.
El destino jugo con el,
al juego doloroso y canalla,
que deja huellas imborrables en la
piel,
y heridas eternas en el alma.
Desde aquella noche con magia,
sale por los mismos lugares,
siempre con el sueño y la esperanza,
de recuperar su corazón,de volver a
encontrarla.
Busco rosas sin espinas,
pero una espina se clavo en su alma,
haciendo prisionero sin condiciones su
corazón,
con tan solo una sonrisa y una mirada.
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