Nace la noche inerte,
la oscuridad enmudece al verbo,
mueren en un rincón las flores,
matando de un golpe lo bello.
hoy se opacan las estrellas,
la luna no brilla en el albero,
el frio se extiende como una plaga,
clavando sus garras en el cuerpo.
Las horas parecen eternas,
el respirar se hace enfermo,
las trompetas de Jericó suenan,
haciendo imposible el sueño.
La vida naufraga en las calles,
un manto blanco cubre el lecho,
las nubes parecen de azufre,
se hace resbaladizo el sendero.
Los copos blancos caen si prisas,
posándose con respeto en el suelo,
haciendo que la brisa sea cortante,
mostrado blanco el helado lienzo.
Las chimeneas lanzan su veneno,
elevándose sin oposición hacia el
cielo,
mientras la leña alimenta el fuego,
dando en el hogar calor al alma,
y descanso con placer al cuerpo.