Un veintitrés nació con estrella,
no falto nada en su bautizo,ni ropa en
su cajón,
sus padres la dieron amor y caprichos,
y una vida de lujos,sin dolor.
El tiempo paso sin agobios,
con muchos mimos y regalos,
entre abrazos y te quiero,
sola en casa sin hermanos.
Siempre en los mejores colegios,en
institutos de pago,
estudio su carrera en una universidad
privada,
y se licencio en derecho un verano,
un día alguien la dio a probar la
fruta del pecado.
Conoció el amor sin reservas un día,
en una residencia de desintoxicación,
la vida le dio una nueva oportunidad,
poniéndola en la frontera entre la
droga y el corazón.
La vida la enseño la lección,
que no hay amor que resista si hay
adicción,
que los besos,las caricias y la pasión,
saltan por la ventana si cedes a la
tentación.
Su cuento no tuvo un final feliz,
hoy hace la calle para poderse
permitir,
algo que llevarse a las venas o la
nariz,
mientras sus padres destrozados se
resignan a verla morir.
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